Claudia Álvarez, amor a puertas abiertas

Por: Haniel Valdés Velázquez

Fotos: Cortesía de la entrevistada

Los actores y actrices están acostumbrados a darle vida a variadísimos personajes, sea sobre las tablas de un teatro, o en las pantallas del cine y la televisión. Para Claudia Álvarez, eso de dar vida va más allá de los papeles que interpreta, la joven actriz se confiesa amante de los animales y a más de uno ha ayudado a rescatar de las calles.

“De niña construía con los muchachos del barrio refugios para los perritos abandonados en un terreno detrás de mi edificio. Siempre tuve pasión por los animales y recuerdo haber  tenido muchas mascotas de pequeña, un hámster, dos peces peleadores y muchas perritas rescatadas a las que siempre les ponía Linda, también  hubo una llamada Chiripa y luego de ese período tuvimos dos perros machos que yo adoré, Leo y Teo”.

Pero su amor por las mascotas no quedó en la niñez. “Cuando vine a vivir a La Habana, tuve a Momo, que ahora vive con mis padres en Pinar del Río, junto a la perrita Mimi (que parió 5 cachorros hace poco) y el gato Casimiro”, cuenta la actriz.

 

Los compromisos de trabajo obligan a Claudia a moverse mucho de casa, por lo que le resulta complicado tener una mascota a la que atender como merece, pero eso no evita que abra su corazón y las puertas de su hogar a animales que lo necesiten.

“Una de mis alumnos de la Escuela Nacional de Teatro me contó un día de un proyecto que tenían para rescatar y proteger gaticos aquí en La Habana, la Colonia Aldama, ahí comenzó mi aventura con los mininos y mi enamoramiento descontrolado por ellos. Empecé a colaborar con los aldameros en 2020 y he tenido conmigo a 6 gaticos en temporal”.

Los hogares temporales tienen gran importancia porque permiten que un animal rescatado de las calles, tenga un lugar seguro donde curarse, reponerse de los maltratos a los que haya sido sometido y prepararse para una nueva vida cuando encuentre un hogar definitivo donde convertirse en un miembro más de la familia.

“Hace poco me escribió Charleen, mi alumna, para decirme que tenían un pequeñito operado de un ojito y que necesitaba que lo cuidara, imagínate: ha sido todo un proceso, porque cuidar a un animalito que necesita toda tu atención y cuya salud depende de tu tiempo y tu energía es apasionante y sobre todo te llena de alegría. Ya soy experta en curas, inyecciones y sobre todo en cantarle nanas para que se duerma”.

Claudia Álvarez conoce bien la alegría que trae consigo devolverle la esperanza a un animalito rescatado de las calles, ella ha sabido cuidar de los gatos que llegan a su casa buscando ayuda y atención, estos, a su vez, le devuelven todo ese amor multplicado y convertido en la alegría y satisfacción personal que trae consigo el salvar una vida.

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