Los muros que defendieron Santiago
Un enorme velero de bandera negra en la parte superior del palo mayor surca el horizonte, desde lejos pueden escucharse los gritos:
- ¡Todo a Estribor! ¡Pon rumbo a Tortuga!
Parecería una escena de la famosa saga Piratas del Caribe, pero esta era la realidad del océano hace muchos años.
Cuenta la hitoria que el Mar Caribe era surcado por Corsarios y Piratas en busca de atacar ciudades, puertos o naves y obtener de ellos cuanta riquezas pudieran arrebatar de manos de sus defensores. Cuba, que cuenta con una situación geográfica muy privilegiada para el comercio, comenzaba a desarrollar importantes ciudades en las cercanías de las costas. Santiago de Cuba, en los siglos XVI y XVII se convirtió en uno de los principales blancos de ataques de los crueles navegantes.
La ciudad se proyectaba como una de las más importantes en el conocido como "Nuevo Mundo", sus población aumentaba, junto a sus riquezas, y protegerse de los piratas era una necesidad. En la década de 1540 hasta 1550 se inició la construcción de las primeras fortificaciones defensivas en la bahía de bolsa que cobijó la villa desde sus inicios. Una de las primeras obras realizadas fue el Revellín del Adelantado, conocido en la actualidad como Balcón de Velázquez.
El Castillo San Pedro de La Roca inició su construcción en el año 1638 y junto a sus trabajos defensivos asociados constituye el ejemplo más grande y completo de los principios de la ingeniería militar renacentista adaptados a las exigencias de las potencias coloniales europeas en el Caribe. Diseñado por los arquitectos Juan Bautista Antonelli, Juan de Císcara Ibañes, Juan de Císcara Ramírez, la fortaleza sufrió pocos cambios desde el siglo XIX, cuando salió de su uso, hasta la década de 1960, cuando comenzó el trabajo de restauración.
El castillo inició su construcción durante el gobierno de Don Pedro de la Roca y Borja , del cual viene su nombre. Está adaptada perfectamente al relieve desigual, cuanta con un frente de tierra a la altura de 70 m sobre el nivel del mar y al mismo tiempo un frente de mar a 10 metros de altura.
En el año 1997 fue declarado Patrimonio de la Humanidad y en la actualidad posee en su interior un museo donde se muestran objetos de la época de su construcción. Visitar el sitio constituye un verdadero encuentro con la historia y el disfrute de vistas esplédidas de la bahía santiaguera y el mar Caribe.
En sus muros covergen la arquitectura Medieval y Renacentista, cada centímetro de la fortaleza guarda inumerables historias y caminar dentro de ella es como regresar en el tiempo. La brisa marina parece traer, robada del tiempo, las velas blancas, las banderas negras, los gritos fieros y el temor de una ciudad. El mar en sus olas, parece contar el ritmo de los cañones, la valentía de los defensores de Santiago, parece que la historia trayera, al encuentro de visitantes, los tantos años de lucha cobijados tras los azules interminables del Mar Caribe.
Texto y Fotos Haniel Valdés Velázquez
- ¡Todo a Estribor! ¡Pon rumbo a Tortuga!
Parecería una escena de la famosa saga Piratas del Caribe, pero esta era la realidad del océano hace muchos años.
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| Foto Tomada de Internet |
Cuenta la hitoria que el Mar Caribe era surcado por Corsarios y Piratas en busca de atacar ciudades, puertos o naves y obtener de ellos cuanta riquezas pudieran arrebatar de manos de sus defensores. Cuba, que cuenta con una situación geográfica muy privilegiada para el comercio, comenzaba a desarrollar importantes ciudades en las cercanías de las costas. Santiago de Cuba, en los siglos XVI y XVII se convirtió en uno de los principales blancos de ataques de los crueles navegantes.
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| Foto Tomada de Internet |
La ciudad se proyectaba como una de las más importantes en el conocido como "Nuevo Mundo", sus población aumentaba, junto a sus riquezas, y protegerse de los piratas era una necesidad. En la década de 1540 hasta 1550 se inició la construcción de las primeras fortificaciones defensivas en la bahía de bolsa que cobijó la villa desde sus inicios. Una de las primeras obras realizadas fue el Revellín del Adelantado, conocido en la actualidad como Balcón de Velázquez.
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| Foto Tomada en el Museo del Castillo de San Pedro de La Roca |
El Castillo San Pedro de La Roca inició su construcción en el año 1638 y junto a sus trabajos defensivos asociados constituye el ejemplo más grande y completo de los principios de la ingeniería militar renacentista adaptados a las exigencias de las potencias coloniales europeas en el Caribe. Diseñado por los arquitectos Juan Bautista Antonelli, Juan de Císcara Ibañes, Juan de Císcara Ramírez, la fortaleza sufrió pocos cambios desde el siglo XIX, cuando salió de su uso, hasta la década de 1960, cuando comenzó el trabajo de restauración.
El castillo inició su construcción durante el gobierno de Don Pedro de la Roca y Borja , del cual viene su nombre. Está adaptada perfectamente al relieve desigual, cuanta con un frente de tierra a la altura de 70 m sobre el nivel del mar y al mismo tiempo un frente de mar a 10 metros de altura.
En el año 1997 fue declarado Patrimonio de la Humanidad y en la actualidad posee en su interior un museo donde se muestran objetos de la época de su construcción. Visitar el sitio constituye un verdadero encuentro con la historia y el disfrute de vistas esplédidas de la bahía santiaguera y el mar Caribe.
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| Balcón de la Reina, una de las vistas más bellas que ofrece el Castillo San Pedro de la Roca |
En sus muros covergen la arquitectura Medieval y Renacentista, cada centímetro de la fortaleza guarda inumerables historias y caminar dentro de ella es como regresar en el tiempo. La brisa marina parece traer, robada del tiempo, las velas blancas, las banderas negras, los gritos fieros y el temor de una ciudad. El mar en sus olas, parece contar el ritmo de los cañones, la valentía de los defensores de Santiago, parece que la historia trayera, al encuentro de visitantes, los tantos años de lucha cobijados tras los azules interminables del Mar Caribe.
Texto y Fotos Haniel Valdés Velázquez
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