MALAKA: QUIERO SEGUIR HACIENDO LO QUE ME NAZCA

Por: Haniel Valdés Velázquez

Fotos: Cortesía de la entrevistada

 

Describirla no es tarea fácil, incluso ella no sabe como hacerlo. “Malaka, es una muchacha que canta, que actúa que se siente muy artista desde siempre. Yo no se como describirme, cuando tú fluyes con las cosas, mirarte desde fuera es muy complicado, no suelo hacerlo, no suelo mirarme desde afuera, por tanto no se como describirme”.

Esa muchacha alocada, a veces disparata que vemos en redes sociales, esa suerte de humorista que nos regaló la televisión cubana, la cantante, la camaleónica actriz comprometida con cada uno de sus personajes, esa Malaka cuenta hoy, un poco de su historia.

“Mi primera aparición en la televisión, creo que fue de niña. Cuando el regreso de Elián González a Cuba se hizo una actividad en el acuario, recuerdo que yo trabajaba en la jornada científica infantil y tuve la oportunidad de estar frente a las cámaras, creo que esa fue mi primera aparición”.

Esa niña de las jornadas científicas creció, sus sueños y aspiraciones crecieron con ella. Sus inicios como actriz en la pantalla chica los recuerda por papeles en dramatizados de programas como Cuidemos al amor y otros que le permitieron empezar a andar en el difícil camino de la actuación.

Sus ansias de hacer y crecer la llevaron a formar parte de esa tan gustada serie que fue Lucha Contra Bandidos, La Otra Guerra (LCB), interpretando una de las escenas más recordadas de la primera temporada.

“Yo conocía de la existencia de ese personaje, porque Ray Cruz, que fue mi pareja durante 6 años, iba a interpretar el personaje de Sergio, sabía que iba a estar, pero no le había prestado atención hasta que supe que tendría una escena con Osvaldo Doimeadiós”. 

La admiración que sentía Malaka por ese tan reconocido actor y director la llevó a trazarse como meta el estar en aquella escena. “Yo dije, quiero hacer ese personaje, porque quiero hacer una escena con Doime. Así fue que llamé al director, que en ese momento ni nos conocíamos y le pedí por favor que me probara para el personaje. Él me dijo que sí podía hacer el casting pero realmente no estaba muy interesado”. 

“Yo no había hecho muchas cosas, solo un largometraje con Alejandro Gil, que actualmente no ha salido, por lo que no era muy conocida. Hice el casting, me disfracé, tuve que cambiar en muchos aspectos, tenía el pelo corto, casi a los Justin Bieber”, agrega divertida, “tuve que movilizarme, conseguir extensiones, mi salario prácticamente se me fue en eso, porque soy así de pasional en mi trabajo. Incluso subí un poco de peso”.

Entre risas y añoranzas recuerda su preparación para interpretar aquel papel que la colocó en la misma escena con Osvaldo Doimeadiós y junto a un elenco de actores y realizadores de primerísimo nivel en el país.

“Fue un personaje que me aportó muchísimo, sobre todo la escena con Doime. Me trajo en el aspecto personal una relación muy bonita con Alberto Luberta, que siento es como un padre para mí. Recuerdo que después que se hizo la serie me decía que las dos escenas que él podía repetir muchas veces, verlas y aún así lo hacían llorar eran la mía cuando llego y descubro que habían matado a Monguín y otra escena de Jorge Caballero”.

Y  contarlo le resulta casi tan emocionante como lo fue vivirlo, en su voz se siente esa chispa de alegría y orgullo que se prende cuando se cumple un sueño, cuando se hace lo que se ama.

PREMIO A LA ENTREGA

Sí, porque la vida premia el esfuerzo, la pasión, la entrega y estas son características que a Malaka le sobran. Entrega, fue también el nombre de la novela cubana que le trajo el personaje de Maité, la profesora de español.

“Alberto Luberta quedó muy satisfecho con mi trabajo en LCB, cuando le dan la novela, se la lee y me dice que hay un personaje de una sorda y que quiere hacerme casting para ese personaje, porque sabía de mi interés por el tema”.

“Él conocía que la mamá de Ray, que había fallecido, era sorda, y él dominaba mucho la lengua de señas. Fue algo que me llamó la atención, incluso con el grupo I Love hicimos un video clip, cantábamos la canción con lengua de señas, era algo que a mí me interesaba mucho”

“Al momento me dije que el personaje tenía que ser mío sí o sí. Me preparé más que nunca, recuerdo que me pasaba el día haciendo la lengua de señas, antes de dormir y todo la hacía. Hice el casting, del que me siento muy orgullosa, en el cual decidían, dos sordos, una de las intérpretes del Noticiero ANSOC, y determinaron que sería Keny (Cobo) quien haría el personaje”.

“Yo lloré mucho cuando no me dieron el personaje. Pero Luberta, por el esfuerzo que hicimos otras actrices en el casting, nos dió personajes a la mayoría. Me da el de Maité, pero lo cómico de esto es que cuando estaba leyendo los guiones decía que ese personaje no me gustaba. Cuando me dijo que el que me daría sería ese yo colapsé, solté el teléfono, me sentía súper mal”.

“Luego pasó el tiempo, yo canalicé la situación, me centré y dije voy a hacer el personaje con muchas ganas porque es una oportunidad muy buena. Me preparé, lo hicimos y al final me gustó muchísimo haberlo interpretado. Realmente trabajar en una telenovela que rompió récords de audiencias, después de muchos años de una crisis que teníamos al respecto, significó muchísimo. Es una carta de presentación, a la hora de trabajar, porque a la gente le gustó, se le quedó, aunque nunca me reconocieron por la calle porque sinceramente cambié mucho, mi imagen no tiene nada que ver con Maité, lo hago con toda intención, me gusta mucho eso. Fue una experiencia maravillosa y una vez más trabajar con Doime, Luisa, Luberta, que son personas que admiro mucho y que se han quedado en mi vida en el plano incluso personal”.

 EL MOTOR DE LA ALEGRÍA

La noche del domingo de la Televisión Cubana encontró en El Motor de Arranque ese estelar humorístico que hace tanto tiempo le faltaba. En el programa se unieron reconocidos humoristas para complementar un proyecto que divirtió a muchos cubanos durante varios capítulos.

Malaka tuvo la suerte de formar parte del elenco del programa y sin haberse probado en el humorismo en anteriores ocasiones supo hacerse querer por el público y se convirtió en una de las piezas claves de cada emisión. Ella se atreve a casi cualquier cosa y la pantalla chica dominical le dio la oportunidad de demostrarlo.

“Bacallao siente una admiración por mí muy linda y muy grande que me impresiona mucho, porque realmente yo siempre lo he admirado mucho a él y cuando la admiración es mutua se vuelve algo súper genial. Me dijo que iba a ser guionista del programa y que quería que yo me encargara de las entrevistas en la calle porque para él yo era muy buena con la gente”.

 “A mí me encantaba la idea, me parecía perfecto porque era también un poco troleando a la gente. Luego conocí al director del programa, tuvimos feeling y ellos me dijeron, vamos a dejarte aquí a ver que podemos hacer. Yo no estaba ni en el guión y poco a poco, en cada programa, en cada cosita que tu veías era un invento que hacíamos el día anterior entre Bacallao, el director, los demás compañeros y yo”.

“Fue así como llegué, me ha impresionado que a la gente le guste lo que yo hago porque considero que no he hecho nada prácticamente de las cosas que puedo llegar a hacer. Trabajar con humoristas, es genial, pero a la vez es complicado porque yo siempre que he hecho algo simpático es bajo algún personaje y aquí estaba siendo un poco yo la mayoría de las veces. Si se hace un nuevo Motor de Arranque ya tendré mis cosas preparadas, personajes bien definidos”.

Y es que si bien el elenco de humoristas fue de lujo, pudo compartir escena con actores, actrices, músicos y artistas de destacadísima trayectoria. El equipo técnico también destaca por contar con profesionales muy preparados y que supieron hacer de cada emisión una verdadera fiesta.

“El programa me ha aportado muchísimo, siempre he trabajado en proyectos con buena energía pero la que hay en este nadie se la imagina, súper divertido. A mí me ha sorprendido que a la gente le guste esta faceta mía, ahora sí me reconocen un poco más por la calle, porque estoy muy parecida, es bueno, aunque a la vez estoy perdiendo un poco mi anonimato, pero me ha aportado muchísimo”.

MALAKA, LA CANTANTE

“Desde niña me gustaba cantar, va a parecer una comedia pero yo era una de las cantantes protagónicas del coro de la iglesia a la que mi abuela me llevaba. Yo hice catecismo, la primera comunión, siempre canté en el coro, lo disfruté muchísimo”. Pero a esa niña pequeña le sobraban sueños y a esos sueños les crecieron alas, así fue como la música se quedó en su vida y se convirtió en el camino que quiere seguir, rumbo al futuro.

“Cuando me empecé a interesar más por la música, de manera profesional fue cuando empecé a hacer teatro musical, algo que es extremadamente difícil y me encantó ir descubriendo como yo podía desarrollarme. Ahora, lo que pasa es que a mí siempre me ha gustado mucho lo que es el rap, siempre he sido seguidora de Eminem, Nicki Minaj, Calle 13, Residente sobre todo y dije, déjame empezar a hacer mis propias cosas, pues siempre me ha gustado escribir”. 

“Hicimos el grupo I Love, con Ray Cruz, Alain Duani, Rey MD, y empezamos ya de una forma independiente de la actuación como músicos. Hace año y medio comencé mi carrera en solitario como Malaka y siempre supe que quería trabajar con Osmani Espinosa, contactamos, le gustó mi propuesta y ahí surge mi primer single como solista Calentón, que fue con La Oficina Secreta”.

“Firmé con mi compañía Di Benedetto Production pero sigo trabajando con Osmani, porque no es solo un compañero de trabajo, somos amigos, y siempre está al tanto, como ven en Curiosa, ahora Bota, volvimos a colaborar y así. Eso sí, amo escribir mis propios temas, es una faceta que me encanta. Pero es genial trabajar con Osmani, es un genio, es difícil de explicar, imagínate trabajar con alguien que siempre has admirado tanto, eso lo convierte en una experiencia especial”.

“Desde el momento que entré a mi compañía muchas cosas cambiaron, mi jefe, Vittorio Di Benedetto, no es solo mi amigo, somos familia, es la única persona que sabe al dedillo cada paso que doy, y es el sitio donde me permiten ser yo misma. Siempre me preocupó estar en un lugar donde no intentaran cambiarme, ni perder mi escencia, pues ese lugar lo encontré ahí. Siempre me siento apoyada y dando pasos seguros, solo él entiende mis locuras, incluso muchas de ellas las propone. Estamos tan sincronizados que a veces estamos hasta pensando lo mismo, eso hace que siempre estemos trabajando con la mejor de las energías”.

A Malaka le apasiona cantar lo que piensa. “Amo componer, soy una persona que realmente siempre ha tenido bastante cultura, incluso recuerdo que cuando era menor tenía mucha más que ahora. Siempre fui una niña bastante estudiosa, aunque no lo parezca era jefa pioneril en la escuela y por tanto  eso te obliga a tener a tener un vocabulario más rico. Yo componía hasta en inglés, pero me di cuenta que hacer una canción y que la entienda, desde alguien muy de la calle hasta un erudito me parece algo genial. Me gusta hablar de cosas reales, que el mensaje llegue claro, de la forma más contundente posible. Obviamente muchas veces utilizo metáforas, quizás cosas  más poéticas, pero esta faceta mía de ser más cruda, me gusta mucho y no me molesta la crítica”.

“A mí que me critiquen o que quieran modificar algo en mí, es muy difícil que me afecte, porque si tengo algo claro es que quiero hacer las cosas como me nazca hacerlas, incluso si están mal, estamos en un momento en que el defecto puede ser un efecto espectacular  y yo no quiero perder eso en mí. Quiero seguir fluyendo con lo que me apetezca hacer, esté bien o esté mal, ese no es el punto que pueda influenciar en que yo cambie algo. Tengo claro lo que quiero hacer,es muy difícil que alguien pueda penetrar esa burbuja porque es mi decisión, mi vida, mi carrera, mi música. Independientemente de que siempre escucho lo que mi jefe me dice, me dijo guiar por él, por Osmani, pero son personas de mi absoluta confianza”.

Son varios los malokosos y malakosas que cantan y bailan sus temas. Y es que su forma de ser, tan natural, diferente, le ha hecho ganar seguidores. Cada vez es mayor el éxito de sus videos clips, y su seguridad y enfoque le auguran muchas alegrías para su joven carrera.


 

“Estoy más enfocada que nunca en mi carrera como cantante, ese es mi centro ahora mismo, porque he descubierto una libertad creativa que quizás en otras aristas no la tengo como desearía. Actuar es algo que me apasiona pero a la vez es muy complicado por temas de censura, la música también es muy censurada pero al final hemos encontrado otras vías de hacerla llegar, aun cuando no te la quieran televisar. Ahora, no voy a negar que cada una complementa a la otra y todas las disfruto de forma diferente, no puedo decir que algo me guste más que otra porque todas me producen sensaciones y satisfacciones diferentes, al menos yo lo siento así”.

¿TE SIENTES UNA INFLUENCER?

“En Twitter estoy teniendo bastante seguidores, teniendo en cuenta que es una plataforma muy difícil, sobre todo para lo que yo hago. Lo que me gusta de mis redes es que todo es absolutamente orgánico, es algo de lo que yo me siento  extremadamente orgullosa, por lo tanto las interacciones que tengo con los que me siguen que los llamo malakosos y malakosas son muy sinceras, son muy bonitas”.

“Muchas personas me hablan de eso que sienten que soy una influencer, porque lo que hago influye un poco en las personas. A mí eso es algo que me preocupa porque me considero una persona que hago las cosas muy a mi forma, yo insito a la libertad, a la solidaridad entre las mujeres, muchas cosas que estoy cien por ciento segura que son positivas. Pero hay otras que no lo sé, simplemente hago las cosas a la medida que yo lo sienta, que me gusten. Yo soy una tipa súper disparata, soy así. Sí creo que he influenciado un poco en la gente, igual es muy bonito y a la vez te hace sentir una presión, trato de no pensar en eso para no sentirme presionada, no quiero sentirme condicionada, quiero seguir haciendo las cosas como hasta ahora, si eso influye en ellos o no pues bueno a ser feliz”.

Pero la creatividad, las ganas de ser y hacer no tienen freno en la vida de Malaka, que mira hacia delante muy positiva y centrada en hacer de su carrera eso que siempre soñó.

“En marzo saco un Freestyle que grabé sin pretensiones ninguna, lo grabé para que mis malakosos pudieran descargárselo en mi canal de Telegram. Este se volvió especial porque lo grabé en el estudio con César López, el saxofonista, excelente jazzista que estaba ahí y me dijo que quería ser parte porque le gustó. Pueden imaginar lo orgullosa que me sentí, lo que significa, realmente es algo sencillo pero estamos hablando de una de las figuras más importantes de la música aquí y terminamos haciéndole un clip, independientemente de que vamos a rodar el de Omelette”.

“Estoy trabajando en varios temas, mi jefe está colapsado porque dice que siempre que hacemos uno le gusta tanto que tenemos que hacerle un video clip con todas las de la ley. Esperemos también que se haga otra temporada de El Motor de Arranque y poder participar porque es algo que me divierte, me hace sentir muy bien y le tengo cariño al equipo”.

Versatilidad, naturalidad, enfoque y ganas de hacer, estas son las características de Malaka que la han llevado hasta el lugar donde se encuentra hoy, en el corazón de sus malakosos y malakosas, que la animan a continuar y no abandonar el empeño de hacer realidad todos sus sueños.


 

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