AMORES ¿LUNÁTICOS?

Texto y Foto: Haniel Valdés Velázquez

¿Eres de quienes se sientan a mirar la luna cada noche? ¿Te apasiona observar el satélite natural de la Tierra? 

La luna resulta fuente de inspiración de poetas, pintores, músicos y personas en general de cualquier parte del mundo. Pero no solo afecta a quienes buscan una musa en lo oscuro del cielo, también está relacionada con el cambio de las mareas, el crecimiento de las plantas, la reproducción de los animales, en fin ejerce su influencia sobre un gran número de fenómenos. 

Hay personas que sienten especial fascinación por este astro, al punto que pueden incluso sentirse atraídas, o sentir algún cariño especial hacia la reina de todas las noches. Esa atracción es conocida como selenofilia.

MIRAR LA LUNA ES EL MAYOR PLACER QUE CONOZCO 

Para Claudia Ligget Amado no hay mayor paz que la de mirar al cielo cada noche y sentirse acompañada por la luz que refleja la luna, así nos cuenta:

“Mi fascinación por la luna llegó desde el momento en que la miré y sentí la compañía más apasionante. No importa la hora en que llegue, a veces se demora, pero yo la espero, ella tiene eso, que a veces tarda pero luego me acompaña toda la noche. 

Ella no es de mucho hablar, pero da buenos consejos. Me siento fuerte, me siento libre a su lado. A veces no me doy cuenta de que han pasado las horas. Si alguien me habla, lo escucho lejos, la luna siempre me roba, y a mí me encanta.

Casi siempre cuando me detengo a mirarla escucho música, ahí sí desconecto del mundo por unas horas. Lo impresionante es que cuando regreso, siento que estoy alegre, que se impulsan mi fuerza y mi fe. 

Todo lo que tiene que ver con la luna me atrae, una foto, una pintura, una canción, un objeto, su silueta, todo. Siempre intento descifrar el misterio que encierra, tan sola, pero poderosa y brillante. Es el accesorio principal de un cielo oscuro. Tiene un lujo de detalles.

Prefiero estar a solas con ella, pero en el fondo se que sí quiero invitar a alguien a que la mire conmigo. Entre mis canciones favoritas está “Un pedazo de luna para que te alumbre” y suena raro, pero cada vez que la escucho me hago ilusiones, la verdad sí me gustaría poder dedicar a alguien un pedazo de la luna para que le sirva de guía. Principalmente porque en estos tiempos muy pocas cosas tienen valor, y la luna no se parece a nada. 

Me gusta mirar a la luna porque al hacerlo elimino el dolor que me causa la gente. Quizás sea el placer más fuerte que conozco”.

SELENOFILIA, ¿UNA ENFERMEDAD? 

Selenofilia, del griego “Selene” que significa luna, y “philia”, amor; así se llama al sentir una atracción más llamativa de lo habitual hacia la luna. Quizás el término “filia” pueda dar a entender un sentimiento más sexual, carnal, hacia el satélite, pero no es así.

La selenofilia, no se considera una conducta parafílica, ya que en casos como la zoofilia, necrofilia, o algunas otras, se perjudica a alguien o algo. En este caso no se trata de un deseo sexual, más bien de una inclinación intelectual o artística. 

Las personas selenofílicas no suelen poseer ningún trastorno sexual o algún síntoma que deba preocupar, sencillamente son ellos quienes emplean el término para referirse a sí mismo, como una manera de diferenciarse del resto, de quienes no admiran a la luna de la misma forma.

A menudo son personas bohemias, trasnochadoras, que gustan de observar el cielo nocturno, por lo que pudieran ser catalogados a su vez como nictofílicos por la atracción que suelen sentir hacia la noche. 

Según estudios sicológicos estas personas tienden a estar vinculados al arte, o emplea el medio artístico para expresar su fascinación por el astro. Quizás sea esta la razón que tantos libros, poemas, fotografías, canciones, que tantas veces el arte haya logrado reflejar a la luna.

Al no ser un trastorno no podemos hablar de causas patológicas que la expliquen, pero lo cierto es al parecer la mayoría de los selenofílicos son personas introvertidas o que sencillamente disfrutan del reflexionar y la tranquilidad. Si bien no es este un tema estudiado ampliamente, algunos afirman que estas personas suelen presentar capacidades intelectuales por encima de la media. 

Si la luna te atrae, si la sientes como una compañera, no debes preocuparte, no estás loco, solo eres una de las muchas personas que admiran con fascinación el satélite natural de la Tierra.

Amar a la luna, no representa un problema para tu salud, solo debes preocuparte por evitar los desvelos, pues pudieran ser perjudiciales. Organiza tu tiempo de forma tal que puedas disfrutar de las vistas del cielo nocturno sin afectar tus horas de sueño, el descanso es muy necesario para el organismo. 

Si alguna vez te sentiste diferente al resto por disfrutar, por amar a la luna, debes estar feliz, eres diferente, sí, pero no hay nada de malo en ello, mira con más ganas al cielo cada noche y disfruta de su compañía.
 

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