Claudia Álvarez: para mí actuar es un regalo

Por: Haniel Valdés Velázquez

Fotos: Cortesía de la entrevistada

Ella estuvo a punto de decantarse por otra arista del arte que no es a la que nos tiene acostumbrado, pero al final la actuación ganó el pulso con el destino y la entregó como un regalo a su público. Claudia Álvarez es una de las actrices jóvenes más reconocidas por los seguidores de la Televisión Cubana, aunque el cine y el teatro también le roban el corazón. 

“Mi mayor sueño durante la infancia era estudiar música y convertirme en cantante, pero mis padres se negaron, pues tenían la experiencia de mi hermano mayor que es músico, estudió trompeta, y estuvo becado desde quinto grado. En noveno supe de los exámenes para la escuela de arte en la modalidad de teatro y mi papá saldó su deuda llevándome. Hice las pruebas de captación y tuve la fortuna de aprobar”, así encontró su vocación, la que ha sido el centro de su vida desde entonces.

Se encienden las luces sobre las tablas del teatro y allí está Claudia, toda pasión, dando vida a un personaje que roba suspiros, risas, lágrimas, pero sobre todo el aplauso de quienes tienen la suerte de verla. De la misma forma la encontrarás en la gran pantalla de un cine, o llegándote más cercana, a la sala de tu casa a través de la televisión.

“Los tres medios me apasionan de diversas maneras, cada uno tiene lo suyo. El teatro me provee de una conexión muy especial  con el público, significa estar ahí, en ese lugar sin que haya absolutamente nada más, cada función es un viaje. Al cine lo respeto enormemente, no puedes mentirle a una pantalla gigante, es un lenguaje diferente, más sutil, se trabaja con mayor exigencia en cada especialidad y eso puede llegar a poner presión sobre tus hombros, pero definitivamente tiene una magia muy especial. La televisión es más práctica, te entrena como actriz ayudándote a desarrollar las herramientas necesarias para enfrentar esa dinámica rápida y constante que la caracteriza. 

Recuerdo todos los personajes con cariño, realmente cada uno ha definido, sin duda, mi vida personal y forma parte de mi historia. Sí es cierto que mucha gente me recuerda como Paula, de la telenovela Aquí Estamos, que fue justo el primero que hice. Por otro lado no tengo preferencias específicas a la hora de escoger  un trabajo, todas las historias son bienvenidas, para mí actuar es un regalo, cada rol que llegue, siempre que traiga retos consigo, lo será”.

Y es que el talento y la pasión por lo que hace, esos regalos que la vida puso en sus manos, o mejor dicho, en su corazón, le han llenado de oportunidades y buenos momentos. Eso de ponerle ganas a cada trabajo, de dar lo mejor de sí, no lo aplica solo a la actuación. A Claudia la hemos visto como presentadora de programas televisivos y allí también hemos sido testigos de su arte.

 “Ser presentadora es algo que descubrí de manera fortuita, y con el tiempo me ha sorprendido lo mucho que disfruto hacerlo y cuán relajada me hace sentir. Nunca lo hubiera imaginado porque en mis primeros intentos sentía un poco de tensión, no es fácil enfrentarse a una cámara cuando no tienes un personaje que defender, sin manera alguna de protegerte ni cubrirte, eres solo tú defendiendo lo que dices. Poco a poco terminé aclimatándome a hacer entrevistas, a hablar directo a cámara, a defender ideas a través de mis palabras, y ahora lo disfruto tanto como actuar”.

DE VUELTA  A CLASES

“La escuela es una etapa de tu vida que recuerdas con mucha nostalgia. Siempre tuve la ilusión de estar ahí una vez más y descubrir la otra cara de la moneda, entender el punto de vista de los profesores y, para mi fortuna, también gracias al paso del tiempo y la madurez adquirida, puedo decir que he aprendido tanto o más a través de esta experiencia de lo que lo hice en mi época como estudiante”.

Así regresó Claudia a la escuela, la misma donde años atrás daba sus primeros pasos en el mundo del arte, donde aprendía sobre el complejo mundo de la actuación. Regresó a las aulas, pero esta vez no se sentaría junto al resto de alumnos, había vuelto convertida en profesora.

“En clases puedo descubrir, entender y recibir de mis estudiantes mucho más de lo que ellos aprenden de mí. Es impresionante cuánto empiezas a entender y a ver en esos aparentes “errores” que cometen, los que pudiste cometer tú como alumno, o que todavía cometes en tu vida profesional. Mis niños son mi escuela”.

Y es que a cada personaje, a cada compromiso profesional, sabe ella sacarle una lección de vida. Aunque esté fuera del escenario o su mundo esté más allá de lo que pueda verse en pantalla no suelta la mano al arte que la ayuda, además, a definirse como persona.

“Mi vida personal está influida completamente por mi trabajo. Todo lo que soy, como me relaciono con la gente, como observo, como vivo cada día de mi vida, está conectado a la actuación. Mi carrera me ha ayudado a conocerme muchísimo, a saber las cosas que me gustan, mis mayores miedos, y eso, al final del día, te ayuda a crecer como ser humano.

Fuera de los escenarios, me gustan mucho las manualidades, me gusta dibujar, bordar, hacer ejercicios, adoro los animales, ver series en casa, pasar mucho tiempo con mi familia y amigos, eso más que nada”.

Pero la pantalla de la televisión suele poner en riesgo la intimidad, Claudia no pasa desapercibida cuando sale a las calles, cuando camina entre los demás, cuando sale a buscar algo que necesita, a resolver cualquiera problema que pueda tener. Todos la conocen, la saludan, quizás a otras personas esto pudiera desagradarle, pero Claudia entiende su compromiso con la actuación, con el público, con todo el que ve en ella el rostro de un personaje conocido.

“Soy una mujer privilegiada porque encuentro en la calle personas que desbordan buena energía, que se alegran de verme, como a una vieja amiga. A fin de cuentas, los actores también somos un poco eso, amigos que te visitan en casa y te cuentan sus historias en esta o aquella telenovela. Sentir que un desconocido te siente su amigo es más que bonito, puede contagiarte los días buenos y endulzarte los malos Aprecio mucho todo el amor y lo bueno que recibo de la gente donde quiera que voy y a través de mis redes sociales”.

A Claudia Álvarez, como a todos, la pandemia de la COVID – 19 le trajo un cambio en sus rutinas diarias, en sus compromisos de trabajo, pero espera paciente a los mejores tiempos que están por venir para regresar a lo que tanto disfruta hacer.

“Ahora toca esperar, nos ha tocado vivir una época difícil, pero superaremos esta enfermedad. Cuando alcancemos una especie de normalidad comenzaré el rodaje del cortometraje Aniversario, escrito y dirigido por Amilcar Salatti y varios proyectos independientes a más largo plazo.

Justo antes del confinamiento fui parte, junto a dos amigas actrices muy cercanas, Grisel Monzón y Aydana Febles del elenco de Hembra, una obra de Yunior García director de Trébol Teatro, de la cuál hicimos una temporada en Argos Teatro y tenemos la intención de retomarla con nuevas presentaciones. Algo similar sucedió con Player, escrita y dirigida por Carlos Sarmiento, de la que solo pudimos hacer una función y estamos esperando a la apertura de los teatros para volver a la batalla con ella.

Por otro lado tengo un teleplay que está en proceso de post-producción y que debe salir en las vacaciones, se llama El Viaje, dirigido por Joel Infante, ahí me van a poder ver”.

Un día esta pandemia no será más que un recuerdo y Claudia Álvarez volverá a pisar las tablas del teatro, volverá a mirar de frente a las cámaras y transmitir con su sonrisa la alegría de estar, de hacer lo que le gusta, de vivir de su pasión.


 

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