Patrimonio entre el silencio
Cuba atesora en sus cementerios un rico arsenal histórico, arquitectónico y cultural. En estos camposantos, algunos declarados Monumento Nacional, reposan verdaderas obras de arte. La Necrópolis de Nuevitas, inicialmente cercada de jatas y ampliada con presupuesto del Ayuntamiento y donaciones de los lugareños, hacia 1860 contaba con un colgadizo interior para el depósito de cadáveres y autopsias, portal exterior y una capilla para los oficios religiosos. Para entonces existían varios mausoleos de elevado mérito artístico pertenecientes a las familias Carreras, Lamas, Carbonell, Sánchez Batista, Rumayor, así como los de la Logia Masónica, los Veteranos de las guerras de independencia y la sociedad fraternal La Perseverancia. Varias de estas esculturas y obras ejecutadas en diferentes estilos arquitectónicos y materiales, de acuerdo con el período de su construcción y la posición económica del fallecido se conservan hasta hoy como parte del patrimonio local