Los nombres de Beto

Por: Haniel Valdés Velázquez

Fotos cortesía Nuevitas Animalista

El día que Nuevitas Animalista celebó un año de creado, llegué al refugio y conocí a Beto. Un perro mestizo, de tamaño mediano, estaba acostado en una esquina, como si no existiese la algarabía que lo rodeaba. 

Con mucha calma levantó la cabeza, poco a poco fue levantando todo su cuerpo hasta que estuvo de pie completamente, con pasos cortos y lentos se paró en medio del grupo, ladró par de veces y, con la misma calma que se había puesto en pie, decidió sentarse. Todos reímos porque nos parecía curiosa la paz de aquel animalito. 

A Beto lo rescataron de la calle, un auto lo había chocado y le dejó, entre otras secuelas un agujero en la cabeza. Dos voluntarias del grupo lo llevaron al refugio, le dieron atención inmediata y lograron estabilizarlo. Al parecer el golpe le había dañado el sistema nervioso y no le permitía moverse con soltura.

A los pocos días el recién llegado se sentía como en casa y, con la calma que lo caracteriza, caminaba el refugio de un lado a otro, como si el tiempo transcurriera sin apuros para él. Tenía excelente apetito, aunque podía demorar horas en terminar cada comida. En poco tiempo se había ganado el cariño de todos los miembros de la asociación.

Las fotos de Beto y los demás rescatados llegaron a las redes sociales en busca de personas interesadas en sumar a cualquiera de ellos como un miembro más de la familia. A los pocos días llegó al refugio una muchacha interesada en ver a los rescatados porque uno de ellos le había llamado la atención. 

Rocío, voluntaria del grupo la recibió con gusto y la llevó hasta los rescatados. Al entrar al refugio la muchacha, en temblores, comenzó a llorar, Rocío asustada preguntó qué sucedía.

Beto, no era Beto, tuvo otro nombre, otra casa, otra vida, hace mucho tiempo se había extraviado y no fue hasta ese día que su dueña volvió a encontrarlo.

Hoy Beto, porque aunque tenga otro nombre continúa siendo el Beto de los animalistas nueviteros, está de vuelta a casa, con su antigua dueña.

En un año de labor, muchas son las alegrías que los miembros del grupo Nuevitas Animalista han regalado, devolviendo a la vida cientos de callejeros que tienen hoy una nueva oportunidad y un hogar donde no falta el amor.


 

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